El rol de la Unión Cívica Radical y el Justicialismo.

La UCR de Santiago del Estero tiene una enorme deuda con la democracia partidaria y con los principios y valores que representan. Las viejas prácticas siguen imperando y los radicales están intervenidos hace más de 8 años. Una realidad poco debatida, que tiene su origen en el control del Gobierno y en las debilidades de los correligionarios.

El Gobierno provincial tiene una alianza política con Bases Populares, la fracción que gobierna desde el 2005. En 2014, después de 10 años de intervención al PJ, volvió a la escena para jugar en la elección presidencial de 2015. Un arreglo más que una solución institucional.

La UCR santiagueña debe gritar y pedir elecciones internas, porque sin el voto de los afiliados no existe legitimidad. La vieja política con militantes rentados, con mezquindad, generan lesiones en la vida institucional del partido de Alem e Yrigoyen.

Una vieja pelea emerge entre los radicales santiagueños, no se quiere entregar la sede del Comité provincial; hubo denuncia judicial, pero la impunidad es más fuerte que la ley.

Soluciones. Los políticos, en diferentes partidos, pasan horas pensando en cargos, en acomodarse en el poder, en vez de buscar soluciones a determinados problemas: por ejemplo, el narcotráfico, el trabajo genuino, la división de poderes.

Para que surja un nuevo Santiago, los políticos, además, de gastar las zapatillas, deben ser conscientes que los problemas se deben resolver, y no sólo enunciarlos.