Elecciones 2013. El análisis de José Justel.

Es una incertidumbre la candidatura de Gerardo Zamora para gobernador; claro, para un tercer mandato consecutivo. Aunque los aplaudidores y genuflexos claman su postulación para primer mandatario provincial; la Constitución no lo habilita, la oposición fijó un criterio: si la Justicia declara la inconstitucionalidad de una cláusula transitoria, se irá a la Corte Suprema.

 

Gerardo Zamora es mendocino.

Se vienen las primarias el 11 de agosto, y los santiagueños deben elegir autoridades el 27 de octubre. Sin embargo, la Constitución declara la doble negativa para que Gerardo Zamora se presente como candidato a gobernador.

Primero, el artículo 152 de la Constitución de los santiagueños fija cuatro años de mandato para un gobernador y puede ser reelecto un periodo más. Gerardo Zamora fue elegido por primera vez en febrero de 2005 y reelecto en noviembre de 2008. No puede presentarse para un tercer mandato consecutivo.

Un rumor instalado en la capital santiagueña dice que Zamora será candidato a vicegobernador, hecho poco probable. Pero tampoco puede serlo. “Podrán ser reelecto o sucederse recíprocamente, por un nuevo periodo únicamente. Si han sido reelectos o se han sucedido recíprocamente, no pueden ser elegidos para ninguno de ambos cargos, sino con intervalo de un periodo”, dice el artículo 152.

Gerardo Zamora nunca fue candidato a vicegobernador, menos lo puede hacer ahora, porque se lo impide la Constitución: “sino con intervalo de un periodo”, o sea, cuatro años, será para el 2017.

En febrero de 2005, Emilio Rached fue el vicegobernador, hoy distanciado de Zamora; en noviembre de 2008, acompañó la fórmula Ángel Niccolai.

Segundo, Zamora no puede ser candidato a gobernador porque se lo impide la sexta cláusula transitoria: “El mandato del Gobernador de la Provincia, en ejercicio al momento de sancionarse esta reforma –noviembre de 2005-, deberá ser considerado como primer periodo.

En cuanto a la cláusula sexta, se hizo una presentación judicial por inconstitucionalidad, pero no existe resolución al planteo. Si la Justicia falla a favor del solicitante, afín al Gobierno, transgrede el artículo 152, la otra imposibilidad de Zamora.

Estrategia. Gerardo Zamora dio a conocer la lista de senadores y diputados para el Congreso; y se conoció que el gobernador será senador suplente. Pero, en octubre de 2011, se presentó como candidato a diputado nacional suplente.

Es claro que Zamora pretende un escaño en el Congreso; una estrategia ante un fallo adverso de la Justicia local. Pero si un juez habilita al gobernador para un tercer mandato, la oposición recurrirá a la Corte Suprema de Justicia.

Juventud

La revista La Columna publicó una nota sobre el Primer Congreso Provincial de la Juventud Radical, a principio de junio. Gerardo Zamora dijo una frase celebre: “Buscar entre todos la síntesis de la idea renovadora”. ¿El cumplimiento de la Constitución es una idea renovadora?

El límite del artículo 152 fija la alternancia en el poder y Gerardo Zamora debe cumplirlo, aunque pidan que se presente como candidato a gobernador.

La renovación del poder ciudadano proviene del conocimiento de la Constitución. Santiago del Estero tiene intervenido los partidos Justicialista y Radical, no existe renovación partidaria y la dirigencia languidece ante el poder político y económico concentrado.

Gerardo Zamora se convirtió en un aplicador de la política de Carlos Arturo Juárez. La figura del “neojuarismo” es clara: inversión en obra pública con fondo federal –antes inexistente-, debilidad judicial, extrema dependencia del empleo con el Gobierno, precarización laboral, falta de políticas sanitarias, educativas y de participación social.

El neojuarismo es un mareo. No tiene renovación ni liderazgo claro, es un conjunto de acciones sostenidas por la impunidad. Sin embargo, desde el 2005 la obra pública creció considerablemente, gracias a la alianza de Zamora con los Kirchner. Pero si se analiza el presupuesto santiagueño, más del 90% de los fondos provienen de la Nación. Este el un tema silenciado en la Cámara de Diputados provincial.  

Vencer al neojuarismo es respetar la Constitución, a pesar de las grandes obras. Desintegrar al neojuarismo es respetar la división de poderes y evitar su concentración.  

La Justicia santiagueña debe frenar al neojuarismo; debe ser un gesto heroico de independencia; de lo contrario, la Corte Suprema podría aplastar todo acción de perpetuidad institucional, tal como sucedió con el fallo de la reforma al Consejo de la Magistratura.   

Foto: ciudadano web.