El desafío de la virtud política.
Ante la indiferencia por el año electoral, la reflexión está
dirigida a ciudadanía que espera cambios profundos y desde adentro de las
instituciones partidarias.
La política con valores. Para ello se propone una doble dimensión:
valores democráticos y los espirituales.
Los valores democráticos son muchos, pero cuatro son significativos: patriotismo, bien común, solidaridad, defender las instituciones.
Patriotismo. Es un compromiso con la historia del país y sus
provincias, en especial, el municipalismo.
Bien común. Ante la locura del enriquecimiento ilícito, el
bien común es la esperanza para las futuras generaciones.
Solidaridad. Pensar en los pobres, acompañarlos y aportar herramientas
para generar empleo. Esta virtud es amplia y puede extenderse a otros sectores
sociales.
Instituciones. El municipio de Las Termas de Río Hondo tiene
una debilidad institucional. Repensar y fortalecer esta dimensional es un
desafío, a mediano y largo plazo.
La vida política no es sólo el ejercicio del poder, sino que
tiene asiento en la calidad humana de las personas, en la calidad dirigencial.
Generosidad. Es un desafío para los egoístas, quienes lucran
en el poder. Todo lo ven en términos económicos.
Trabajo. Con una vida honesta todo es posible. Aunque los obstáculos
abundan y frenan está virtud al ejercer el poder.
Verdad. Muchos lo usan como un eslogan. Vivir en la vedad es
un desafío para los políticos.
Justicia. Los políticos deben recuperar el sentido de
justicia y salir de acuerdos que benefician a pocos y perjudican a generaciones.
Los partidos políticos de la ciudad pueden ampliar los
valores y comunicarlos a la ciudadanía.
El desafío está en construir un decálogo de valores
políticos.
0 Comments:
Publicar un comentario
Participá en El Blog de Justel