Revisionismo judicial.
Victimizarse es una estrategia de los pequeños, pero también
de los fuertes en circunstancias que amenazan al prestigio. Y en otro orden, el
Consejo de Magistratura es el órgano encargado de revisar el accionar de jueces
ordinarios y, especialmente, federales. El caso Daniel Rafecas, quien falló
favorablemente hacia Cristina Fernández de Kirchner en la causa investigada por
el fallecido Alberto Nisman, en enero de 2015, el fiscal tenía a su cargo el
caso de la Amia y cuestionó ante los medios el polémico memorándum entre
Argentina e Irán. Pasaron más de dos años y la discusión sigue abierta, aunque
cambió el poder político en la Argentina.
La Nación. El juez Rafecas |
Asistencia
Rafecas se presentó ante la Comisión de Disciplina y
Acusación del Consejo de la Magistratura de la Nación. Está acusado por cuatro
cargos graves: insuficiente actividad procesal; no producción de pruebas en la
causa; análisis parcializado de la prueba; insuficiente fundamentación de la
sentencia.
El Consejo de la Magistratura es un instituto jurídico
incorporado en la última reforma Constitucional de 1994 y Cristina Fernández
era miembro del proceso reformador en Santa Fe. Sin embargo, Rafecas cuestiona
las conquistas democráticas; por ejemplo, el peligro de la división de poderes y la añorada independencia
judicial ante el Poder Ejecutivo de la Nación. Para el juez es preocupante la
convocatoria y no le asusta ser destituido, porque tal vez tiene otro trabajo.
Rafecas es convocado dentro del marco institucional y las
leyes de la república. El memorándum entre Argentina e Irán debe ser
investigado en profundidad y si fue aplicado en su totalidad. Un juez federal
que falla rápidamente es sospechoso: primero, porque puede existir presión
política y direcciona la investigación. Segundo, porque tiene la camiseta del
Ejecutivo y la mirada se torna complaciente y esto favorece la impunidad.
Daniel Rafecas dijo que “volvería a desestimar la denuncia
de Alberto Nisman”. Por la denuncia hubo una muerte, a pesar de pretender
mostrar ante la opinión pública un suicidio. La corrupción mata, pero también el
encubrimiento.
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