Asunción y medidas. Perfil y análisis FODA.

La joven contadora, Mariela Flores, es la segunda secretaria de Economía del intendente Miguel Mukdise en seis años de gestión. Por la cartera pasó María Celia Afur –profesional santiagueña-, quien asumió en octubre de 2015 y a fines de noviembre de este año salió con un escándalo: los ediles y el Tribunal de Cuentas Municipal apuntaban a la firma trucha Pacú, empresa dada de baja en la Afip que facturaba a la comuna. También se hizo observaciones al excontador interino, Mario Drube.

Desde el 2010 hasta el 2014, en la Secretaría de Economía estuvo Domingo Ruiz, contador fiscal del Tribunal de Cuentas Municipal; Miguel Ángel Villacorta, contador local y peronista; Pablo Gustavo Luna, contador santiagueño, amigo de la familia Mukdise, quien alternó un tiempo en Contaduría General.

Mariela Flores es hija de Emilio Flores, un reconocido contador y, hace décadas, vinculado a la función pública, especialmente el Casino. Además, será un fiel colaborador y protector.

Mariela supera apenas los 40 años, está casada y tiene varios hijos. Profesa el catolicismo y es de comunión dominical. El punto débil es su nula participación en la función pública, ya que se dedicó al sector privado. Gerencia un emprendimiento familiar.

Asumió el primero de diciembre pasado, apenas llegó a la cartera tomó tres medidas que generaron  miradas desconcertantes: conocimiento de la deuda; conciliación bancaria diaria; arqueó en Tesorería.

FODA

Perspectiva de Mariela Flores en 2017.

Fortaleza: mujer de carácter fuerte, dinámica, piensa y decide;

Oportunidad: crecer en el sector público y aplicar sus conocimientos; y es la nueva imagen del intendente;

Debilidad: poca experiencia en contextos de lucha por el poder, espacio donde vale todo; falta equipo aceitado; pero si logra el punto de equilibro, podrá capitalizar acciones y construir un ciclo virtuoso, es decir, fuerte;

Amenaza: las elecciones 2017 y el gasto sin control; el déficit fiscal; los políticos y el garrote de la corrupción.

Las elecciones 2017 serán, para Flores, una batalla contable, pero también moral.