Gasto a cuenta.
El Ejecutivo volvió a la irregularidad, igual que en 2011,
porque lleva medio año fiscal sin la aprobación de la ordenanza presupuestaria,
la herramienta administrativa que aprueba el gasto público, y fija el plan de
gobierno. Ante la falta de normativa y gastando sin autorización, cabe el
procedimiento de juicio político.
Provincia recortó la coparticipación en 4 y 5 millones de pesos |
El primero año de Miguel Mukdise, en 2011, se aprobó el
presupuesto a principios de diciembre, prácticamente año vencido. Algo parecido
sucedió con la gestión de Luis Ceres, entre 2004 y 2005, fue aprobada la
ordenanza a final de ciclo.
Los problemas no son de esta gestión, sino que llevan varias
décadas con idas y vueltas. La situación trae serios inconvenientes administrativos
y contables, porque el presupuesto es la autorización legal para gastar.
Cuando no se presenta un presupuesto hasta el primero de
abril, como es el caso de este año, se agrava el conflicto institucional. El
Concejo adelantó que no lo aprobará, el Ejecutivo indicó que lo presentará y si
es necesario dará constancia ante escribano.
La Carta Orgánica Municipal (COM), en el artículo 91, establece
que el Ejecutivo está obligado a presentar el presupuesto hasta el primero de
abril de cada año; además, debe informar el cierre del ejercicio anterior.
El Ejecutivo, a través de la Secretaría de Economía,
presentó el cierre del ejercicio 2015 –o sea el consolidado-, pero los ediles
lo rechazaron por falta de firma del intendente Miguel Mukdise. En la Municipalidad,
se quejaron.
El cierre de ejercicio 2015 tardó porque el funcionario de la
Secretaría de Economía fue reemplazado, en octubre pasado. Ingresó Celia Afur,
salió César Gómez.
Conflicto. Los concejales están cerrados y rechazan el
presupuesto tardío, pero ellos están gastando a cuenta, igual que el Ejecutivo.
La tensión lleva meses y es posible que el Legislativo tenga un ajuste
presupuestario.
Irregularidad. El Ejecutivo, el Concejo y el Tribunal de Cuentas deben cumplir
con la COM, pero se extienden los plazos y no existen sanciones. Además, no se
publica en el Boletín Oficial los balances trimestrales para observar los
recursos municipales; los cambios en las partidas presupuestarias; el balance
semestral del Concejo, las resoluciones y acordadas del Tribunal de Cuentas,
entre otros instrumentos para el control.
La ciudad termal vive un estado de anomia normativa.
Denunciarlo es un avance, silenciar es agravar la situación.
El presupuesto 2016 es tardío. Economía tiene información
del 50% del año fiscal, conoce los recursos, por lo tanto no podrá aumentar lo
percibido en tasas en el primer semestre. Ante esta evidencia, es probable que
sufra un ajuste importante respecto al año anterior.
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