La legisladora radical saltó al oficialismo.
Por Gonzalo Rodríguez
Esta es la cara de la prostitución política, el
rostro de la promiscuidad ideológica y la imagen descarnada y patética de los
principios descartables. La inmoralidad en cuerpo presente sonriéndole su
desprecio a la fe ciudadana y la voluntad de los votantes. Esta es la vomitiva
faz del provecho propio y el lucro obsceno de los ideales.
0 Comments:
Publicar un comentario
Participá en El Blog de Justel